FACTOR 3

"LA DESMOVILIZACIÓN Y EL CONTRABANDO \ SECTOR INFORMAL"

El ingreso de mercancías de contrabando a El Salvador aplica la existencia de una organización muy compleja y con ramificaciones en todos los países. Estos no pueden ser simples delincuentes con poca experiencia. Quienes contrabandean tiene que tener dinero como para invertir una buena suma.  ¿Quiénes son los que están detrás de este negocio tan lucrativo y cómo es posible que después de tantos años nadie haya podido hacer nada para capturarlos?  

En el FACTOR II hablamos de cómo los empresarios salvadoreños cerraron sus empresas productivas para dedicarse a las inversiones en compañías importadoras de productos fabricados en otros países. Esta estrategia produjo miles de desempleados en el país. La creatividad de los miles de salvadoreños sin trabajo desarrollo otras alternativas para sobrevivir. Así se nació el  nuevo sector informal. Sin un lugar específico para ofrecer sus productos, miles de personas invaden las calles de San Salvador para vender todo tipo de productos.

En pleno desarrollo del sector informal, nadie se preguntó de dónde estos vendedores sacaban todos los productos. Lo curioso es que los productos no son fabricados en El salvador y no tienen registro de entrada al país. Obviamente son artículos que entran de contrabando al país. Aquí encontramos otro elemento curioso. No son cien copias de los productos al contrario son miles y quizás millones de copias de cada producto que se venden muy barato. Y nadie o pocos son aquellos que elevan su voz y preguntan ¿Cómo es posible que estos productos entren ilegalmente al país sin que nadie se percate de esto?

Y si aceptamos la tesis de las organizaciones defensoras de los vendedores informales la cual dice que ellos son un millón en todo el país, estamos hablando de un volumen de mercadería enorme. Y de una estructura donde debe de existir una cantidad de personas involucradas. Estos participan desde los pedidos, las compras, el transporte, el paso por las fronteras, la venta y la distribución de la mercadería.

Si bien es cierto que el sector informal ha producido miles de empleos, estos responde a una estrategia de los ricos que quieren ganar más sin pagar impuestos. También es cierto que con la creación del sector informal se evitó  una posible explosión social. Aquí la desmovilización ciudadana tiene sus efectos, frente al desaparecimiento de miles de empleos, en la ciudad como en el campo, los salvadoreños se convirtieron en pequeños comerciantes. Y esto permitió desaparecer una posible movilización ciudadana contra de los gobiernos en turno. Para quienes gobernaron el país cuando se desarrollaba el sector informal esta alternativa les cayó del cielo. Para los contrabandistas también esta les cayó del cielo. Y por si fuera poco, para los mareros que también se aprovechan y se siguen aprovechando de la miseria de los pobres esta iniciativa les cayó también del cielo.

El colmo de esta situación es que, mismo si no paga impuestos al gobierno por la venta de sus productos, el sector informal asegura que el 80% de ellos son extorsionados por los mareros y aunque la cuota es relativamente baja, les causa un gran detrimento en su economía ya que lo poco que ganan producto de sus ventas deben entregarlo a los pandilleros. Hay mareros que diariamente pasan exigiendoles desde $0.25 centavos hasta $5.00 para tener derecho a vender en esos lugares; el que no entrega ese dinero no puede permanecer en las zonas peatonales. Hay quienes afirman que un 20% de los extorsionados acuden a instancias policiales y fiscales a denunciar, y aunque admiten que representa un riesgo hacerlo, toman la decisión porque llegan a un punto que no pueden seguir pagando las cuotas impuestas por las pandillas. Mientras que un 10% de los extorsionados mejor cierran sus negocios y se van de la zona para evitar problemas con las pandillas. Los comerciantes ruteros también enfrentan las extorsiones. El 12% de las empresas que ingresan a las diversas colonias a distribuir sus productos deben pagar renta a las pandillas.

Si bien el sector informal se presenta como una alternativa a la falta de empleos esta también es responsable de la desmovilización de los ciudadanos pues sin lo poco que ganan vendiendo el contrabando ellos no podrían sobrevivir. Sin duda el contrabando no puede existir sin la corrupción y sin las rutas que han desarrollado los traficantes de la droga. 

Jose Mejia

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Continuacion de :"4 factores De la desmovilización de los salvadoreños"

RESUMEN 1ER FACTOR:

En el anterior EDITORIAL hicimos un esbozo rápido de la influencia del movimiento religioso en El Salvador y su influencia frente a la desmovilización ciudadana. Hablamos de como los pastores con su discurso de que "Dios castigara a los culpables", desmovilizaron a los salvadoreños y crearon más temor.  Dijimos que esta estrategia también ayudo a los dos bandos, por un lado el dejarle la responsabilidad a Dios, los grupos religiosos dejaron de un lado cualquier participación y reflexión ciudadana de cara a combatir a las maras y por otro lado las Maras infringiendo temor en los ciudadanos fueron tomando terreno y control de las vidas de todo un pueblo. 

----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------FACTOR 2:

"LA DESMOVILIZACION Y LAS REMESAS"

¿Cuál es la responsabilidad de las remesas en la desmovilización ciudadana?

Hace muchos años El Salvador era un país exportador de café, hoy  exporta su gente. La tercera parte de la población salvadoreña a abandonado el país hace muchos años y estos emigrantes enviaron a sus familiares más de 50.000 millones de dólares en remesas. Sin embargo, en la medida en que las remesas han aumentado, la economía ha decrecido y la violencia se ha multiplicado. ¿Cómo hemos llegado hasta esta situación?

Después de la guerra las familias que controlan la economía de El Salvador asumieron la exportación de personas como política económica.

Con la firma de los acuerdos de paz los empresarios dejaron de invertir aun y cuando ellos gobernaban el país. Los miles de millones de dólares en remesas que llegan al país redujeron el incentivo a la inversión productiva, dispararon el consumismo y estimularon la emigración. De allí la idea de que los ricos salvadoreños ganan mucho dinero, sin inventar nada, sin correr riesgos y sin necesidad de generar empleos, captando las remesas a través de suplir el consumo. Importan productos, ponen supermercados, abren centros comerciales y sacan el dinero del país.

La migración salvadoreña provocó un problema social que generó una violencia peor que la guerra. La multiplicación de familias disfuncionales, las comunidades desarticuladas, las deportaciones masivas desde Estados Unidos, la importación de la cultura norteamericana de pandillas y el desempleo crónico en un país que ya era violento, convirtieron a las pandillas, conocidas como “maras”, en un poder que le ha arrebatado al Estado los monopolios de la coerción, la tributación y la justicia en gran parte del territorio. Están armados, extorsionan, asesinan a quien no pagan la renta.

¿Por qué los ricos no hicieron  nada por remediar el problema de las maras? Y es que la violencia y la inseguridad ciudadana la han convirtieron en su negocio.  Los ricos en El salvador convirtieron la inseguridad en negocio expandiendo la seguridad privada. Y es que en El Salvador no se miden los efectos de las extorsiones ni del poder intimidatorio de las “maras” sobre la microeconomía, pero con seguridad, éstas y la competencia de los centros comerciales que poseen seguridad privada, son los obstáculos principales de una explosión microeconómica que generaría centenares de miles de empleos. ¿Por qué un país que recibe tanto dinero en remesas no puede pagarse las políticas sociales, ni la cantidad de policías que demanda la protección de sus habitantes? La respuesta a esta y otros interrogantes les discutiremos en los "próximos factores de la desmovilización salvadoreña".                                                                                                                Jose Mejia 

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A pesar de tanta tragedia diaria, producto de la violencia producida por las Maras. A pesar de tanta extorsión y amenazas de muerte, los salvadoreños no nos movilizamos para parar esta situación. ¿Qué esta pasando? ¿Porqué tanta apatía y desmovilización frente a esta situación tan grave? ¿Hemos perdido la conciencia? ¿Estamos cansados de luchar? ¿Tan poco nos importa los que viven en medio de este caos e incertidumbre? ¿O es que no nos sentimos responsables del futuro de nuestros hijos?

Durante los años de la guerra, la represión ejercida por los cuerpos de seguridad y el mismo ejercito hizo que los salvadoreños se movilizaran. En esa época pudimos ver un gran movimiento de masa que fue el ejemplo para muchos países. Los salvadoreños desarrollamos una conciencia de movilización muy grande. En cada, calle, barrio, escuela, empresa, iglesia o universidad habían salvadoreños organizados para defender el derecho a un El Salvador sin represión y violencia. Fueron miles los que dieron la vida en esas movilizaciones.

Atrás quedaron esos años. Hoy nadie o casi nadie quiere recordar esos años. Por supuesto que es entendible. Por que es doloroso recordar a tantos muertos. Hoy nadie o casi nadie quiere recordar esos años. La pregunta que debemos hacernos para responder a toda esta situación de desmovilización es ¿como hemos llegado a esta situación? ¿cuales son los factores que han permitido esta desmovilización?

Con este Editorial queremos presentarles una serie de cuatro factores que a nuestro juicio son los causantes de la desmovilización de los salvadoreños frente a la situación que vive el país. En este Editorial presentamos ya un bosquejo del primer factor que hemos titulado "LA DESMOVILIZCION Y EL NUEVO MOVIMIENTO RELIGIOSO". La próxima semana hablaremos de "LA DESMOVILIZACION Y LAS REMESAS", luego tocaremos "LA DESMOVILIZACION Y EL CONTRABANDO \ SECTOR INFORMAL", finalizaremos con     LA DESMOVILIZACION Y LA CORRUPCION Y LA DROGA  .                                                                                                                                  Jose Mejia

-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------FACTOR 1:

   **LA DESMOVILIZACION Y EL NUEVO MOVIMIENTO RELIGIOSO**

Durante los últimos años de la guerra apareció en El Salvador un gran movimiento religioso o de sectas. Todas ellas prometiendo la salvación y la prosperidad pero detrás de ellas hay un culto a su lideres. Sin ningún fondo para iniciar su trabajo, estas se fueron instalando en cada calle, en cada barrio y en cada colonia. Como si no fuera poco la división ideológica del pueblo salvadoreño muy pronto las familias salvadoreños también comenzaron a dividirse por motivos religiosos. Al dividirse las familias la desmovilización inicia su proceso de ese sector de la población.

La campana de reclutamiento de los adeptos al nuevo movimiento religioso fue y sigue siendo agresivo. Miles de salvadoreños se incorporaron a ese movimiento reafirmando con ello la desmovilización del pueblo. Con la firma de los acuerdos de paz y el surgimiento del fenómeno de las Maras este movimiento acrecentó su trabajo.

En la medida en que el fenómeno de las Maras crecía y en la medida en que los gobiernos no encontraban una respuesta efectiva a ese problema, el nuevo movimiento religioso se fue convirtiendo en la sola alternativa. Frente a la inseguridad, al robo, o la amenaza y los asesinato de la población, el nuevo movimiento religioso prometía la salvación. "La justicia divina se encargara de juzgar a los responsables", dicen todos los pastores y sin embargo siguen los asesinatos a diario y siguen los familiares de las victimas esperando la justicia divina. 

Pero la idea es clara, dejarle la responsabilidad a Dios para que el resuelva el problema de tanta violencia. ¿Quienes se han beneficiado de este discurso? ¿El gobierno, el pueblo o las Maras? Sin duda que los más beneficiados son las Maras pues la desmovilización de la población les permite tomar el control de las personas y de los barrios. Pero existe también un beneficio reciproco, el temor que engendran las Maras es utilizado por ese movimiento religioso para justificar su discurso puesto que los pastores lo utilizan para darle esperanza al pueblo a través de la idea que Dios los salvara de esta situación.                                                                                                            Jose Mejia

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En el editorial de la semana pasada hablamos de como en El Salvador pasan cosas increíbles que en ninguna otra parte del mundo pasan. Hablamos del caso del expresidente Flores y la estrategia de sus abogados para solicitar al fiscal la salida de Flores de la cárcel y enviarlo a su casa. La justificación de esta medida sobre pasa lo ridículo. Lo decía la semana pasada, los argumentos no tiene valides jurídica pues estamos hablando de una persona acusada de delitos graves y tanto el fiscal como los abogados saben que en los penales hay reos con enfermedades graves como el cáncer entre otras y los reos siguen en las cárceles y no en arresto domiciliario.  Pero bien, con razón hemos ganado la expresión que dice SOLO EN EL SALVADOR PASAN ESTAS COSAS.

Frente a la anterior situación que vengo de mencionar debemos de interrogarnos sobre ¿el tipo de justicia que tenemos en nuestro país y quienes son los que la administran? para luego ver si en un futuro no lejano corregimos esta imagen negativa que tenemos de la justicia.

Porque tenemos que interrogarnos sobre el tipo de justicia que tenemos en nuestro país. De todos es sabido que en nuestro país, el que se roba una gallina porque no tiene para comer puede ser encarcelado y condenado hasta por tres años de prisión. Y sin embargo existen muchos casos de ladrones de corbata que roban millones de dólares del estado y no van a la cárcel o simplemente les decretan ARRESTO DOMICILIARIO. A otros se les encuentra las pruebas y quedan libres porque simplemente se perdieron las pruebas. Desde esta perspectiva nace otra interrogante: ¿Quién es más delincuente el ladrón o el abogado o el fiscal? 

Los abogados no son necesariamente los responsables pues estos van a defender a sus clientes aun sabiendo que estos son los verdaderos ladrones. Sin embargo está el empleado del estado ese que se llama FISCAL quien por nada puede ser sobornado y que no tiene ningún color político. En otras palabras el, esta supuesto a ser más serio y respetuoso de la ley.

Lo curioso en nuestro país es que algunos fiscales dejan mucho que desear. Y hace lo contrario, envés de aplicar la ley y defender los intereses del país defienden los intereses de los ricos. Y digo los ricos porque no son todos los presos los que se benefician  de los fiscales.

La actitud del FISCAL de permitir que el expresidente Flores tenga derecho a un arresto domiciliario por razones de salud y no hacer lo mismo con otros reos que padecen de enfermedades graves como el cáncer lo hace sospecho de violación de la ley. Desgraciadamente los fiscales en nuestro país parecen ser semidioses. Que nadie puede criticar y ni acusar. Ellos son una especie de club de los intocable o  más bien una secta donde nada ni nadie puede cambiarlos.  Así la situación y es que como dicen SOLO EN EL SALVADOR PASAN ESTAS COSAS.                                        Jose Mejia

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Señor Edgar Morales Joya y señora Yanira Ticas. ¿Dónde creen ustedes que esta su cliente, el señor expresidente Francisco Flores y en qué calidad se encuentra en ese lugar?  A partir de la noticia aparecida en el periódico, LA PAGINA, tenemos la impresión que ustedes no se dan cuenta que el señor Flores no está en un hotel y que no está calidad de acusado de crímenes graves en contra de la nación. No se dan cuenta que en el lugar donde él se encuentra es un privilegiado puesto que los acusados de crímenes graves no están en ese lugar, más bien están en un penal donde se encuentran todos los acusados y condenamos por crímenes quizás menores de los que se le acusa a su cliente.   

Es cierto que el señor Flores está encerrado en una bartolina que no alcanza dos metros de largo ni de ancho pero es mejor a que este durmiendo en el suelo y a la par de muchos reos peligrosos. Pero señores abogados, no es un privilegio para el señor Flores salir de la prisión e irse a curar a un hospital. A los reos en los penales no se les da esos privilegios. Si yo entiendo, señores abogados, lo que ustedes están pidiendo es que su cliente sea trasladado a un hotel o algo parecido.  ¿Ustedes no se han preguntado cuantas veces vienen los médicos a ver a los presos en un penal? Y sin embargo ustedes están pidiendo que el señor Flores sea visitado por lo menos dos veces por semana. De paso ustedes quieren que, prácticamente, el señor Flores tenga un gimnasio dentro de la celda para que él pueda hacer sus ejercicios.

Señores abogados, si ustedes hablan de "el primer derecho que la ley penitenciaria es que el Estado les brinde atención médica adecuada……", ustedes están refiriendo a todos los presos en general o simplemente a los derechos del señor Flores porque si fuera el caso que bueno que están hablando de todos los presos del país.   En otras palabras, señores abogados, a ver si nos entendemos, no sean parte de la burla que circula en las redes sociales que dice SOLO EN EL SALVADOR PASAN ESAS COSAS. En otras palabras, sean serios. Un reo es un reo y no por que ha sido presidente tendría más privilegios que otros. Cuando un ciudadano es acusado de un crimen tiene que ser trasladado a una prisión y no a un hotel. Y en las prisiones no hay lugares o celdas V.I.P. El señor Flores fue un presidente pero allí está en calidad de prisionero acusado de un crimen grave contra la nación.                                                                                                                      Jose Mejia